El ecoturismo de observación de aves silvestres, es una industria bien desarrollada en muchos países del mundo, que al año llegan a ganar muchos millones de dólares únicamente por este concepto. Sin embargo esto no sucede con México, a pesar de poseer una de las mayores variedades de especies endémicas, y de ser vecinos del principal proveedor de ecoturistas en el mundo. En México se tienen aves silvestres en casi todo el territorio, pero principalmente en algunos estados como Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla. La observación de aves es una actividad ecoturística que se lleva acabo, con varios propósitos, como son el disfrutar de la naturaleza mediante el uso de cámaras, binoculares etc., ó la observación con fines de investigación. Se estima que solamente en los Estados Unidos los observadores de aves sumaron 82 millones de personas, de los cuales 9.8 millones viajarían para a otros países para ver aves silvestres. Esta cantidad de observadores dejaron una derrama económica en EUA de 35 mil millones de dólares entre los años 2007 y 2010, convirtiendo a la actividad en una mega industria. (Cifras obtenidas por las organizaciones ambientalistas Defenders of Wildlife de México, y Teyeliz A.C.)
Otros países como Ecuador, Perú, Colombia y Brasil, ya están desarrollando proyectos ecoturisticos en base a la observación de especies; en México no. Lamentable, aun cuando en el país, existen alrededor de 1100 especies de aves silvestres, que representan el 11% del total de aves en todo el planeta, lo que ubica a México en el quinto lugar del mundo, y segundo en el continente, solo por debajo de Brasil.
Ojala que muy pronto se pudiera desarrollar algún proyecto de esta naturaleza en nuestro país.
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